Tras haber visitado ya Parques Nacionales en Sudáfrica, Namibia, Kenia, Botsuana y Zambia, alucinar con sus leones, leopardos, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, guepardos, disfrutado de los lemures de Madagascar o los orangutanes de Borneo empezamos a recabar información sobre cómo poder visitar gorilas de montaña.

Dónde ver Gorilas de Montaña

Los gorilas de montaña habitan en las montañas de Virunga, que comprenden tres parques nacionales: el Parque Nacional de Virunga, el Parque Nacional de los Volcanes y el Parque Nacional del Gorila de Mgahinga. También se encuentran en la selva de Bwindi. Por lo tanto, se pueden visitar en tres países diferentes: Ruanda, la República Democrática del Congo y Uganda.

Como los permisos para observar a estos majestuosos seres tenían (y tienen) un costo significativo (1500$ en Ruanda, 700$ en Uganda y 450$ en el Congo) y Congo nos resultaba demasiado conflictivo para nuestro gusto, decidimos que nuestro próximo viaje sería a Uganda, un viaje para el cual Alvaro y yo no ibamos a estar solos, ya que se unían nuestros amigos Aitor y Fran con los que ya habíamos compartido experiencias en Zambia y en el futuro las compartiríamos también en el Pantanal brasileño, pero esas son otras historias.

Aunque estos precios pueden parecer exorbitantes para nuestros modestos bolsillos, es indudable que el esfuerzo dedicado a la conservación ha llevado a un notable incremento en la población de gorilas de montaña en años recientes.

Vuelos

Nuestro primer paso fue asegurar los vuelos. Optamos por volar con la KLM desde Bilbao hasta Entebbe, con una escala buenísima en Ámsterdam de tan sólo 2 horas tanto en la ida como en la vuelta, por tan solo 515€.

Lo que parecía tan bonito sobre el papel luego se complicaría un poco por la cancelación / cambio del trayecto Ámsterdam - Entebbe al siguiente día por lo que tendríamos que hacer noche en Ámsterdam y el posterior retraso del Ámsterdam - Bilbao de vuelta, que aumentó la escala de 2 a 8 horas.

Alquiler de vehículo

Elegir el alquiler de vehículo fue una decisión más compleja, ya que encontramos una amplia horquilla de precios entre diferentes agencias.

Las opciones económicas carecían de reseñas, suponemos que debido a la pandemia, dejando años sin comentarios ni experiencias de otros viajeros.

Finalmente, optamos por aventurarnos y seleccionar una agencia de precio razonable (incluso había opciones aún más económicas) y elegimos el presupuesto que nos envió Titus, de Your Drive Uganda, en el que nos ofrecía un 4x4 Landcruiser Prado con conductor por 80$ al día (incluyendo dietas y alojamiento del conductor).

Sin conductor, el costo era de 60$.

Aunque Alvaro y yo habríamos optado por la opción sin conductor, al viajar en grupo de cuatro personas y dadas las preferencias de los demás, decidimos viajar con conductor. Esta experiencia resultó ser distinta de las anteriores, menos estresante pero también menos espontánea. Lo mejor de todo fue el chófer que nos asignó Titus, Charis, que se convirtió en uno más desde el primer minuto y al que echamos de menos desde que nos despedimos en último día en Kampala.

La comunicación con Titus, el dueño de la agencia, fue efectiva y rápida, a través de correo electrónico y WhatsApp y no nos solicitó ningún pago (al menos no en concepto de alquiler del 4x4) por adelantado.

Nuestro flamante 4x4 de Your Drive Uganda con el que compartimos nuestras aventuras con Charis
Nuestro flamante 4x4 de Your Drive Uganda con el que compartimos nuestras aventuras con Charis

Permisos para los gorilas

 Para acceder a los permisos en Uganda, es necesario tramitarlos a través de la Autoridad de Vida Silvestre de Uganda (UWA). Dado el tedioso proceso involucrado, optamos por delegar esta tarea a Titus de Your Drive Uganda, nuestra agencia de alquiler de 4x4, evitándonos complicaciones.

Titus gestionó los trámites en nuestro nombre sin ningún problema y obtuvimos la fecha exacta que le solicitamos en tan solo dos meses, aunque tuvimos que hacerle una transferencia bancaria por el total de los permisos de los 4 para ello (2.800$ ni más ni menos, esto es un acto de fé y lo demás tonterías).

Afortunadamente, todo salió bien.

Alojamientos

Reservamos la mayoría de los alojamientos desde Bilbao lo que hizo el viaje quizás más tranquilo pero a la vez limitando quizás nuestra capacidad para modificar el itinerario inicial. La primera semana transcurrió sin ningún contratiempo pero quizás en la segunda semana habríamos modificado el planteamiento inicial si hubiéramos tenido la posibilidad.

En cualquier caso nunca sabes con lo que te vas a encontrar. Si no llevas nada reservado igual no tienes sitio en ciertas zonas o todo lo que queda está fuera de tu presupuesto, y si lo llevas todo reservado luego igual ves que está todo vacío. A veces es difícil acertar en este sentido.

Moneda

La moneda oficial de Uganda es el chelín ugandés. Al llegar, cambiamos entre 450 y 500 euros por persona en una oficina en Kampala que nos recomendó Charis con un cambio inmejorable de 3720 chelines ugandeses por euro (prácticamente el cambio oficial que marcaba en ese momento la aplicación XE que solemos usar en todos los viajes).

Las entrada a los parques nacionales se pagan exclusivamente con tarjeta de crédito o débito, no aceptan efectivo y además es curioso pero todos están en dólares americanos. De hecho en el TPV, si no les dices nada, te tratan de aplicar tu moneda en lugar de dólares americanos y de esta forma te aplican un cambio euro - dolar malísimo con lo que salen ganando ellos. Es importante antes de validar la operación comprobar que han seleccionado dólares americanos como la divisa en el TPV antes de introducir tu tarjeta.

Aunque es posible que algunos lugares acepten chelines, el dólar es la moneda preferida.

En los alojamientos siempre encontramos los precios en dólares. Al pagar con la tarjeta, te ahorras tener que llevar dólares desde casa, pero por ejemplo en Ruhija no se podía pagar con tarjeta. En esos casos puedes pagar en chelines, pero te aplican el cambio de dólar a chelín que les apetece...

Las comidas y bebidas que consumimos en los alojamientos las podías pagar en chelines, y generalmente, para eso no aceptaban tarjeta, aunque en restaurantes sí que nos aceptaron tarjeta.

Y finalmente estaba el tema de las gasolineras, que era al libre albedrío. En algunas solo se podía pagar con tarjeta, en otras solo en chelines, aún siendo la misma marca de gasolinera, cada una iba por libre.

Como veis, el tema de la moneda fue un poco caótico .